¿Sabéis que el futbolín es un invento español?
Cuando
leí por primera vez la historia no me lo podía creer. El futbolín
al que seguro que todos hemos jugado en el bar del barrio tiene una
historia apasionante a sus espaldas y merece la pena ser contada.
El
creador de uno de los juegos de más éxito de la historia es
gallego, de Finisterre en concreto, y su nombre es Alejandro Campos
Ramírez. Cuando contaba con 15 años tuvo que dejar su tierra natal
para llegar a Madrid a cursar bachillerato.
Al
poco de tiempo de estar instalado en la capital, la zapateria de su
padre quebró, y tuvo que trabajar en distintos oficios para pagar la
matricula de la escuela. Corregía ejercicios de niños más
pequeños, también fue peón y trabajo un tiempo en una imprenta
para seguir formándose. Incluso fundó una revista juvenil Paso a la
juventud que vendía por las calles.
En
noviembre de 1936 tuvo la mala suerte de ser herido en un bombardeo,
por lo que fue trasladado a Valencia y más tarde a Montserrat. Allí
conoció a muchos niños heridos por la guerra civil, que no podían
jugar al fútbol.
Y
con esta brillante idea de ayudar a los demás, creo que el futbolín
con la ayuda de un amigo suyo carpintero, Francisco Javier Altuna.
Lamentablemente no pudo vender su invento, puesto que las fábricas
de juguetes en aquel entonces fabricaban sólo armas.
En
1937 registro su invento en Barcelona, pero con el final de la guerra
tuvo que exiliarse a Francia. En el duro viaje a través de los
Pirineos perdió el papel de la patente.
Cómo veis una historia apasionante de un muchacho realmente valiente que
ha conseguido que generaciones y generaciones seguimos jugando al
fútbol.
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