Un ebanisteria del siglo pasado

Este verano hemos estado de vacaciones en el norte de España, y visitando un centro de interpretación en Taramundi (Asturias) tuve un deja vu. Fue como un retorno a mi infancia . Mi padre, ebanista de profesión tenía un taller, que aun no siendo igual, la disposición de las herramientas, el banco de trabajo, los utensilios, me retrotrajeron a mi primer acercamiento a este mundo de la madera . Y el olor, ese olor que se queda grabado en el cerebro con tinta indeleble y que dura para toda la vida. Quería compartir contigo este pequeño momento porque es importante de vez en cuando saber de donde venimos . Ha cambiado todo tanto que no puedo más que sentir una profunda nostalgia por ese lugar en el que tantas veces jugué cuando era un niño. Alberto Torres